Avital Bloch y Margarita Rodríguez. Colima, la ciudad, en el siglo XIX: espacios, población, producción y mujeres. Colima: Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Colima, Sociedad Colimense de Estudios Históricos, 2013, 170 p., ISBN 978-607-8286-26-3


Paulina Machuca

El Colegio de Michoacán, pmachuca@colmich.edu.mx


El siglo XIX se caracterizó por la consolidación de la estadística en el contexto de los estados nacionales, los cuales, vieron en ésta una herramienta fundamental para el arte de gobernar. Por un lado, las administraciones locales tuvieron en sus manos los instrumentos de evaluación necesarios para la toma de decisiones políticas y, por otro, los estados se apoyaron en estos materiales para los grandes proyectos de construcción nacional: el Estado prusiano es un buen ejemplo de ello.1 En México, observamos una multiplicación de censos hacia mediados del siglo XIX, con información precisa sobre demografía y actividades socioeconómicas regionales. Colima, una entidad que no alcanzó el rango de estado libre y soberano sino hasta 1857, no estuvo al margen de esta ola sistematizante: desde 1829, el ayuntamiento colimense daba a conocer su “Análisis estadístico del Territorio de Colima”, mientras que en 1837, esta misma instancia remitía otra serie de informes estadísticos al entonces prefecto del Distrito Sudoeste de Michoacán, al que se anexó apenas un año antes.2 Y en 1834, como prueba de que las estadísticas también sirvieron como instrumento de poder a los grupos políticos que anhelaban demostrar la autosuficiencia colimense frente a Jalisco y Michoacán, el científico alemán Eduardo Harcort dio a conocer las Noticias geográfico-políticas del Territorio de Colima, haciendo énfasis en la riqueza de sus recursos naturales y su potencial de crecimiento.3

Fue en 1841, como respuesta al decreto de la Ley de Capacitación expedida por el presidente Anastasio Bustamante, que se ordenó un levantamiento de la masa poblacional de Colima, y es un minucioso análisis de este documento lo que dio origen a la obra Colima, la ciudad, en el siglo XIX, de autoría de Avital Bloch y Margarita Rodríguez, bajo el sello de la Secretaría de Cultura del Gobierno del Estado de Colima y la Sociedad Colimense de Estudios Históricos, 2013. Se trata de un documento inédito resguardado en el Archivo Histórico del Estado de Colima, rico en información demográfica y socioeconómica de la población colimense en ese periodo, y cuyo censo revela datos estadísticos en tres ejes: a) estructura urbana y doméstica; b) edades y estado civil; y c) condiciones laborales. Así, a lo largo de cuatro capítulos, cuyos temas centrales llevan la secuencia del título de la obra (espacios, población, producción y mujeres), las autoras presentan un estudio que va de lo general a lo particular, y cuyo propósito es hacer un análisis social y económico de la primera mitad del siglo XIX colimense.

La obra inicia con la descripción del contexto urbano de Colima en ese periodo: estamos ante una ciudad que contaba con apenas cuatro escuelas primarias, una cárcel deteriorada, y con severos problemas de aguas negras; para curar las enfermedades, sólo había tres médicos disponibles para atender a la población. Pero una ciudad de contrastes como ésta, no podía privarse del ocio, se podía disfrutar del teatro de carpa, espectáculos de circos, títeres o maromeros, y hasta los clásicos juegos de azar que no tardaron en originar bandos prohibitivos. Era, como muchas ciudades del México decimonónico, de luces y sombras. Es hasta el segundo capítulo cuando se inicia el análisis propiamente demográfico del censo, que arrojó un total de 4,511 mujeres frente a 3,526 hombres. De ellos, cerca de 57 % tenía menos de 30 años. Y el sector más vulnerable era el infantil: 43 % de los fallecimientos correspondía a niños menores de 8 años. Se deja entrever la secuela que dejó en Colima la epidemia de cólera de 1833, atribuida, según el cura Teodoro Mendoza, al castigo de Dios hacia las mujeres de Colima “porque usaban objetos de lujo, calzado de raso y otras cosas parecidas, y que el disgusto era mayor con las ricas y presumidas” (p. 35).

La actividad económica colimense –el tercer capítulo–, evidente en los espacios de socialización por excelencia, como los tianguis de la Plaza Principal, son analizados por sexo: 76 oficios ejercidos exclusivamente por varones (operarios, labradores, comerciantes, jornaleros y arrieros); 25 realizados exclusivamente por mujeres (tortilleras, costureras, cocineras, comerciantes, criadas e hilanderas); y 19 ejercidos por ambos sexos, entre los que destaca la presencia de una escribiente, prueba de que se abrieron posibilidades a las mujeres en un sector considerado característico de los varones. La esfera infantil, que oscilaba entre 9 y 14 años, también dejó huella en el censo, los niños eran dependientes, mandaderos y sirvientes, mientras que las niñas laboraban como pilmamas, mandaderas y criadas. El cuarto y último capítulo está dedicado al Beaterio –ahora iglesia de San Felipe de Jesús–, una casa de recogimiento, enseñanza y protección de mujeres desamparadas, y que también formó parte del censo. El Beaterio, que seguía la Regla de Santa Clara, albergaba a 41 mujeres, algunas ejercían oficios de floreras y costureras, aunque no es posible saber los mecanismos bajo los cuales funcionaba la relación comercial de estos productos con el exterior.

Si bien esta obra se suma a otros estudios estadísticos sobre Colima en el siglo XIX, resulta de particular interés por su minucioso análisis de la sociedad que refleja, y por hacer visible la participación de la mujer en una sociedad que ha privilegiado las trayectorias de los hombres en todos los espacios de la vida cotidiana. Se trata, en general, de una publicación que abona al conocimiento de la historia local, a la vez que sirve de referente metodológico para el análisis estadístico de censos socioeconómicos en el México decimonónico.



1 Morgane Labbé, “La nation allemande dans la statistique prussienne du XIX siècle”, Courrier des Statistiques, núm. 123 (enero-abril 2008): 27-30.

2 Un análisis de estos documentos los realizó Rosa Margarita Nettel Ross, Noticias históricas y estadísticas de Colima en el siglo XIX (Colima: Gobierno del Estado de Colima, Universidad de Colima, Conaculta, 1994).

3 Jaime Olveda, comp., Estadísticas del Territorio de Colima. Colección Fuentes (México: INAH, 1985), 7-12.