José Luis Reygadas, María Pozzio, María Amalia Gracia, Ángeles López Santillán y Teresa Ramos Maza, coords. Economías alternativas. Utopías, desencantos y procesos emergentes. México: Universidad Autónoma Metropolitana, Juan Pablos Editor, 2014, 360 p., ISBN 978-607-28-0220-9


Octavio A. Montes Vega

el colegio de michoacán, montes@colmich.edu.mx


En el índice de este libro se muestran diez trabajos de muy variada índole, todos ellos relacionados con el concepto de trabajo, aunque en distintos contextos y con diferentes fines. Esto trae al recuerdo el comienzo y desarrollo de los estudios enfocados al trabajo humano y al planteamiento de alternativas para salir de la injusticia y la explotación tan características en cualquier ámbito capitalista.

Son más de 200 años en que un nutrido número de académicos, trabajadores y juristas han reunido sus esfuerzos intelectuales para hablar de uno de los fenómenos más importantes en la vida humana: el trabajo. Visto éste de manera general como la transformación de la naturaleza para producir bienes de consumo. Es importante proponer en esta reseña que el inicio formal de los estudios y movimientos modernos que giran alrededor del trabajo tienen una primera fuente de análisis: La revolución industrial y el surgimiento del capitalismo visto como tal. Es a raíz de ese proceso histórico que cobran fuerzas las utopías y cualquier otro sueño de igualdad social. De manera alterna a los proyectos de los grandes ingenieros y estrategas del capitalismo existían humanistas, juristas y sacerdotes que describieron y fueron adversarios del nacimiento de los monopolios y la desigualdad agresiva entre países y clases sociales.

En 1864 se organiza en Londres la primera Internacional Obrera de los Trabajadores, donde se pretendió unificar a los grupos y sindicatos de trabajadores nacionales con el fin de convertirlos en una clase a partir de una ideología proletaria internacional. Existieron tres principales participaciones intelectuales que le dieron un factor decisivo a la Internacional. Karl Marx, Federico Engels y Mijail Bakunin. La intervención de Marx fue decisiva en el rompimiento ideológico entre grupos de trabajadores. Esta intervención es con la que comenzaré la presentación de este libro ya que vienen muchas preguntas y cuestionamientos que debemos hacernos como interesados en los trabajadores y empresarios que no comulgan con el capitalismo y la explotación.

La escisión estuvo constituida por dos grandes sectores. Aquellos que proponían partidos obreros centralizados y en busca del poder del Estado; y aquellos en favor de un modelo revolucionario basado en la organización asociativo-cooperativista que rechaza el poder centralizado y el monopolio de la violencia. Cuando Marx toma la palabra, muestra una ambigüedad provocadora que aún sigue siendo motivo para que nos sigamos cuestionando sobre el asociacionismo o el cooperativismo. Marx felicita a los cooperativistas ingleses por haber formado sus asociaciones que hicieron frente a los embates del capitalismo, pero, al final de su discurso fervoroso lanza una consigna en contra de los que él llama peyorativamente socialistas “utópicos”.

A pesar de los primeros elogios, Marx advierte a los trabajadores que detrás de la “benevolente utopía” se encontraba el sector pequeño-burgués que buscaba un desarrollo de la propiedad privada más que una emancipación del proletario. La crítica estuvo dirigida contra los anarquistas franceses Fournier y Proudhon (señalados por Marx como antiguos pequeño burgueses) quienes tenían en la utopía solidaria una unión sin Estado. Aunque esta crítica se encuentra alejada del contexto actual, la duda sigue presente cada vez que se forma una nueva asociación laboral, cada vez que se hace una cooperativa o se recupera una empresa, ya que no se definen, exactamente, sobre el destino o intenciones de la nueva entidad. Esto lo deja en entredicho Reygadas y otros autores de esta obra.

De alguna forma la catástrofe de los socialistas del xix se cumplió. Con el triunfo de la Revolución rusa y los antecedentes revolucionarios en México (1910) y China de 1911, el sindicalismo creció como una medida organizacional sin precedentes, sin embargo, sirvió como un aglutinador de trabajadores por parte del Estado. Y los sindicatos más numerosos se convirtieron en aparatos de cooptación y enriquecimiento de los líderes. Las cooperativas, comunas y mutualistas (entre otros) se convirtieron en agrupaciones débiles y alternativas que siguieron al auspicio de las utopías socialistas, anarquistas y hasta religiosas. Eso también las convirtió en retrógradas y poco adaptadas al capitalismo y al capitalismo de Estado que demandaban producción y explotación masiva.

El periodo de la posguerra significó una restructuración tanto de los trabajadores como de los académicos estudiosos del trabajo humano. Por un lado se manifiesta la socialdemocracia de corte positivista y, por otro, una corriente de izquierda que propone el reanálisis de la economía política. Dentro de esta última también hay incisiones, ya que en la izquierda existen corrientes críticas que en algún momento también fueron calladas y debilitadas. De esta manera, todas las corrientes y asociaciones de trabajadores también se enfrentan a cambios sustanciales, la mayoría de éstos se relacionan directamente con las distintas crisis sufridas por el sistema capitalista, ya que debemos recordar, con énfasis, que una de las características fundamentales del capitalismo es entrar en crisis profundas y reconstruirse por medio de alternativas ajenas a él. Recordemos el surgimiento de las cooperativas y el surgimiento de economías alternativas tratadas en este libro.

El antecedente general de los capítulos del libro tiene como punto de partida la crisis de la época industrial, y la aplicación de las políticas neoliberales donde el sector servicios llega a un crecimiento sin precedentes, el fordismo da su paso al toyotismo y la creatividad del trabajador cobra cierto liderazgo. Es a partir de la crisis neoliberal que se comienzan a reactivar grupos de trabajadores independientes y alternativos que bajo diversas formas dan pie a una nueva utopía.

O como menciona en este libro Luis Reygadas, se trata de analizar las Utopías después de las utopías, que nacieron después del naufragio de los grandes proyectos utópicos de la modernidad, el socialismo de Estado y el liberalismo: hijas de una doble crisis, que nacieron limitadas en su lenguaje y sus alcances, y que no se presentan como La Gran Utopía, en singular y con mayúsculas, sino como utopías en plural y con minúsculas, con pretensiones más modestas.

En términos académicos, el punto de partida de este libro se liga al pensamiento de antropólogos del siglo XX que intentaron mostrar formas de ganarse la vida diferentes a las planteadas por el capitalismo, la cita de Godelier (1989, 202-203) es contundente: “toda relación social consumada coexiste en el pensamiento con otras relaciones sociales posibles, que se diferencian de ella y, a veces, se le oponen en el plano de las ideas; al hacerlo actúan dentro de y sobre esa relación. Sin desdeñar el papel que desempeña el elemento simbólico en los procesos económicos”. Estos tipos diferentes de economía son los que reactivan y renuevan a la utopía. Pero una utopía real “donde se asume la tensión entre los sueños y la práctica. Fundada en la creencia de que lo que es pragmáticamente posible no se encuentra fijado como algo independiente de nuestras imaginaciones, sino que es moldeado por nuestras visiones” (Wright 2003, 9).

De esta manera, lo que este libro analiza son las economías alternativas, vistas como formas de organizar el trabajo, la producción, la distribución y el consumo de bienes y servicios sobre bases distintas a la competencia, la dominación, la explotación y la depredación que han caracterizado a la economía capitalista. Reygadas en la introducción advierte que no estamos frente a una dicotomía simple en la que se pueden distinguir claramente dos polos opuestos: el capitalismo y el no capitalismo. Por el contrario, se trata de un abanico de oposiciones en diferentes ámbitos, con distintas dimensiones problemáticas de las economías contemporáneas.

En la introducción de este libro se tratan de explicar las nuevas utopías no a la manera como lo planteó paradójicamente Marx. Reconocer la relevancia de las construcciones utópicas no quiere decir que baste imaginar una economía distinta para que ésta se modifique. Eso sólo ocurrirá si esas posibilidades alternativas se convierten en objetivo de sectores importantes de la población, si estos sectores logran constituir fuerzas colectivas organizadas, capaces de poner en marcha y consolidar las alternativas propuestas. Para ello se propone mirar (con una comprometida mirada científica) cómo se desarrollan estos proyectos en la práctica y cuáles son las configuraciones estructurales que los constriñen, ya que tienen que remar contra la corriente y superar obstáculos culturales (el individualismo, el consumismo, la discriminación étnica y de género, el clientelismo y el rentismo); políticos (concentración del poder, sistemas de dominación); sociales (desigualdad e inequidad, estratificación social, asimetrías en la distribución del capital cultural y educativo); y económicos.

El desencantamiento de los movimientos sociales es recurrente en muchos textos. Son pocos los libros que marcan pautas reales para entender los fines que persiguen las utopías reales. Reygadas propone el texto sobre lo que Boaventura de Sousa Santos y César Rodríguez (2011) llaman “los caminos de la producción no capitalista” y donde exponen el concepto de “hermenéutica de las emergencias” que interpreta de manera envolvente la forma como las organizaciones, movimientos y comunidades resisten la hegemonía del capitalismo y se adhieren a opciones económicas basadas en principios no capitalistas.

Con este tipo de lineamientos, la introducción de este libro muestra un dilema explícito: ¿cómo aplicar un solo estándar de investigación cuando se trata de alternativas de muy diferente matriz? Desde aquellas experiencias denominadas no capitalistas promovidas por cooperativas y grupos contestatarios, hasta otras envueltas en la dinámica del mercado, o que han sido puestas en práctica por instancias gubernamentales, por empresas, por individuos o por grupos sin ninguna pretensión anticapitalista. Los capítulos aquí contenidos no pretenden adecuarse a una sola herramienta teórica, ya que representan diferentes posturas (desde la desaparición del capitalismo hasta una sana convivencia con él), sin embargo, guardan claves en común y tienen como punto de partida estar construidas desde abajo y son sus propios actores los que dan solución a muchas de sus paradojas.

Una de las principales características que tienen todos los estudios de caso analizados en este libro es la perspectiva etnográfica que permite el análisis de los grupos sociales a partir de su experiencia y sus retos, otra ventaja de esta herramienta es que nos ayuda a analizar la economía no como un fenómeno aislado, sino como un “hecho social total” (Mauss 1979 [1925]), como un proceso incrustado en un contexto social, cultural y político, como lo propuso Karl Polanyi en su texto “La gran transformación”. La visión de lo económico como algo que está enredado e incrustado con lo social, lo cultural y lo político arroja nueva luz sobre las economías alternativas, ya que pone de relieve que las diferentes formas de organización económica no son cascarones vacíos, iguales e inmutables en todas las circunstancias.

En conclusión, ninguna de las experiencias aquí relatadas es estrictamente económica, pues, en todas ellas intervienen factores políticos, sociales, culturales y de otra índole. Además, si algo caracteriza a muchas de las propuestas de economía alternativa es que buscan reconstruir el vínculo entre lo económico y lo social, en contraposición con los postulados neoclásicos que pretenden aislar lo económico, colocando la eficiencia y la rentabilidad como los únicos criterios autorizados de evaluación.

“Diez experiencias de economía alternativa en México, Argentina y España”, es la nominación en la presentación de los capítulos de esta obra. Cada una de estas experiencias está relacionada con la forma de resolver o, por lo menos, de hacer frente a una serie de dilemas planteados en la introducción. No es casual que muchas de las utopías más conocidas hayan emergido en las décadas posteriores a la revolución industrial o en otros contextos de perturbaciones estructurales en diversas regiones del orbe (Comaroff y Comaroff 2013). Para la situación que concierne a este libro, los estudios de caso tienen rasgos comunes ocurridos en todo el mundo y en momentos específicos, con dilemas que son tratados de manera detallada por cada autor.

Aquí se enuncian casos de empresas recuperadas después de crisis estructurales (el caso de Argentina); la esperanza de reciprocidad que aún queda viva en las empresas capitalistas (el caso de Bimbo); los avatares entre las empresas y cooperativas surgidas bajo la tutela del Estado y que después buscan independizarse debido a que la experiencia llega a rebasar los fines gubernamentales; sueños juveniles y artísticos de personas que ven nuevas formas de organización en el trabajo, formas de vida que tienen que ver poco con la explotación capitalista y más con el disfrute y la pasión (los casos de Galatea Audiovisual / Bulbo y Designit Madrid y los agricultores urbanos en la Ciudad de México); y finalmente, se tratan casos de equidad de género y de oportunidades en personas vulnerables con un grado crítico que señala lo mucho que se ha luchado y lo mucho que falta por hacer.

En el caso de los dilemas que enfrentan estas alternativas se ligan directamente a nadar contracorriente a una economía cada vez más excluyente. El primer dilema tiene que ver con la necesidad de impulso inicial para el despegue, donde muchas propuestas nacidas de sectores subalternos o no gubernamentales necesitan de un capital semilla que tiene que ser dado por los sectores de crédito o instituciones estatales adversas a sus mecanismos autónomos. En los casos expuestos en este libro existen diversos trabajos que mencionan este dilema. Lorena López menciona el caso de una empresa formada por personas con discapacidades de diversa índole que fue construida por el gobierno del estado de Puebla y capitales de otras organizaciones filantrópicas, a pesar del relativo éxito laboral y de la apertura incluyente de las personas, en términos de salario y seguridad de permanencia, los trabajadores no tienen ninguna ventaja ni perspectiva de salir de su situación económica precaria. Ángeles López Santillan presenta un caso muy interesante sobre la participación local y sustentabilidad en Holbox. En él se presenta la evolución de una cooperativa de pescadores conformada durante el cardenismo que posteriormente lograron un nivel de empoderamiento considerable en la toma local de decisiones, pero que posteriormente tuvieron que hacer frente a la política económica neoliberal y a la competencia desleal impuesta por criterios globales. En ese mismo tenor, Gabriel Ugalde habla sobre el emprendimiento inicial de gobiernos municipales y estatales en búsqueda de recursos y poder a partir de la creación de los llamados Pueblos Mágicos (en este caso el de Comala, Colima). Si bien es cierto que la transformación y mejora arquitectónica trae recursos locales, éstos se aglutinan en sectores específicos, trayendo diferencias y polarización social.

El dilema de la eficiencia, la productividad y la calidad es un tema que no solamente enuncia problemáticas para llegar a estándares marcados por el mercado, sino que es una gran diferencia de las nuevas empresas cooperativas innovadoras con la producción capitalista que tiene como principal meta la mayor ganancia al menor precio y tiempo. En el caso de los textos que presentan Rosario Mata sobre los Empresarios Artistas Galatea Bulbo y Luis Reygadas sobre designit Madrid, observamos que la innovación, la calidad y la libertad en la producción de ideas van ligadas a la construcción de empresas “humanas”. El caso de María Amalia García sobre la recuperación de una empresa de la metalurgia en Argentina, orienta los conceptos de eficacia y productividad hacia una reivindicación de una comunidad laboral que transita del ser obrero a la patronal en una ruta que pretende ser alternativa y considerada con los aspectos humanos. Finalmente, la calidad y la productividad que va más allá del éxito comercial es el que nos presenta Diego Fuentes al mostrar la importancia de los agricultores urbanos de la Ciudad de México que buscan ser eficaces a partir del bienestar general.

El dilema de los incentivos es tratado por la mayoría de los trabajos, sin embargo, resulta grato ver este concepto reflejado en el de la reciprocidad, puntualmente, en el dar y recibir relacionado con la confianza de un empresario a su trabajador, tal y como es el caso de Bimbo presentado por Antonio Espinosa. Sin embargo, creo que el trabajo se queda sin explicar y aclarar las terribles relaciones de polarización social y monopolio causadas por unas de las empresas que compiten de manera más desleal en México. Es por esto que creo que este estudio de caso tendría que ser observado mediante otro lente y en otras dimensiones ya que topa con las intenciones de los otros casos, un ejemplo claro de este corto circuito de intereses entre las empresas solidarias y Bimbo es el dilema que Reygadas denomina “El peso de los obstáculos estructurales” donde las cooperativas y las pequeñas empresas solidarias tienen que competir en mercados en los que existen prácticas monopólicas u oligopólicas, dominados por enormes corporaciones, lo que hace muy difícil la operación de pequeños emprendimientos. Los ejemplos en este libro son muy puntuales en nombrar estas luchas.

Finalmente, existe otro dilema sin el cual este trabajo colectivo estaría incompleto. Se trata de la persistencia de las desigualdades categoriales, donde sigue estando de manifiesto la discriminación e inequidad en todos los aspectos de la condición humana. En este trabajo hay dos ejemplos, tal vez los más clásicos al respecto. Teresa Ramos Maza trata los avances y dilemas de las mujeres tetzales en Chiapas en cooperación y competencia en las redes (Chiapas mujeres tetzales). Y María Pozzio expone algo más que la inequidad de género, la competencia desleal entre grupos de trabajadores de alto nivel de estudios, como es el caso de las trabajadoras de la salud.

Ante ese tipo de dilemas surgen respuestas encaminadas a la democracia y a la libertad por parte del grupo de trabajadores o empresarios que buscan construir un entorno más igualitario. Conforme pasa el tiempo, las propuestas parecieran estar cada vez más restringidas a un sistema global y a políticas neoliberales represivas en todos los sentidos, es ahí donde se levantan voces y acciones alternativas llenas de utopías que buscan un cambio. Una vez terminado de leer, me llegó a la memoria una frase recurrente de Jean Paul Sartre con la que se puede pensar en las utopías contemporáneas: “Nunca fuimos tan libres como el día de la ocupación alemana”.



Referencias citadas


COMAROFF, Jean y John COMAROFF. Teoría desde el sur. O cómo los países centrales evolucionan hacia África. Buenos Aires: Siglo XXI, 2013.

DE SOUSA SANTOS, Boaventura y C. RODRÍGUEZ. “Introducción. Para ampliar el canon de la producción”. En Producir para vivir. Los caminos de la producción no capitalista. México: Fondo de Cultura Económica, 2011.

GODIELIER, Maurice. Lo ideal y lo material. Pensamiento, economías, sociedades. Madrid: Taurus Humanidades, 1989.

MAUSS, Marcel [1925]. “Ensayo sobre los dones. Motivo y forma del cambio en las sociedades primitivas”. En Sociología y antropología. Madrid: Tecnos, 1979.

POLANYI, Karl. La gran transformación. Los orígenes políticos y económicos de nuestro tiempo, trad., Eduardo L. Suárez. México: Fondo de Cultura Económica, 2006.

WRIGHT Eric. Democracia en profundidad. Nuevas formas institucionales de un gobierno participativo con poder de decisión. Bogotá: Universidad Nacional de Colombia, 2003.