Cambio religioso en Guadalajara: perfiles y comportamiento en tres décadas (1996-2016). Por Cristina Gutiérrez Zúñiga y Renée de la Torre. Guadalajara: El Colegio de Jalisco, Universidad de Guadalajara, 2020, 356 p.

El cambio, en cualquiera de sus formas, implica movimiento. El hecho de desear captar transformaciones plantea inconvenientes particulares, por lo cual, en el área de la fotografía, el especialista tiene que configurar su dispositivo y planear desde dónde tomará la escena con precisión. Para el estudioso de la vida social aplica esa misma noción, representa retos metodológicos. Cristina Gutiérrez y Renée de la Torre han asumido el desafío en varios momentos de su carrera académica, la obra que nos compete es el claro ejemplo de la tarea. Cambio religioso en Guadalajara: perfiles y comportamiento en tres décadas (1996-2016) centra su atención en el análisis del fenómeno religioso a partir de una propuesta diacrónica.

El tema que han seleccionado incorpora en sí otras problemáticas; aunque los estudios que dan cuenta del cambio socio religioso son vastos, prevalece la interrogante de cómo demostrar en lo concreto el desenvolvimiento de los procesos. El estudio se basa en la implementación de encuestas, además de integrar la información cualitativa surgida de la reflexión de la situación social generada al momento de transitar la ciudad y aplicar el instrumento.

La obra es resultado de una investigación de largo aliento y el trabajo colaborativo con diversos investigadores e instituciones. También aplica esa consideración de quehacer académico multitudinario por representar el resultado lógico de las carreras profesionales de sus autoras. Cristina Gutiérrez y Renée de la Torre −ambas doctoras en Ciencias Sociales− son protagonistas en los estudios sociales sobre religión en Latinoamérica. Sus respectivas trayectorias han sido clave para la comprensión del fenómeno religioso en México, particularmente para el caso de Jalisco, estado en donde se localizan sus centros de trabajo. No es la primera vez que colaboran juntas; el resultado contundente de esta relación fue la creación de la Red de Investigadores del Fenómeno Religioso en México (RIFREM), en cuyo portal electrónico han compartido pública y gratuitamente su libro.1

El primer punto a resaltar es que cuenta con una introducción medular, no solo para la comprensión del contenido, sino también porque proporciona al lector un marco analítico para revisitar múltiples aristas, como lo son el cambio, la secularización, la diversidad y las nuevas alternativas o “salidas” de la religión. El debate que entablan con los clásicos y contemporáneos, así como las aportaciones propias, son clave para los receptores de este trabajo, entre los que destacan los investigadores y estudiantes que exploran el profundo océano de creencias y prácticas religiosas. Además de este círculo especializado, el documento resulta atractivo y oportuno para el público en general, tanto por su estilo argumentativo, como porque los resultados brindan un espejo sólido en el que la sociedad −sobre todo la población de Guadalajara− puede observarse, cuestionarse y debatir las conclusiones.

Las autoras trascienden las propuestas que limitan los procesos de cambio religioso al paso de una religión a otra o a la transformación en el grado de compromiso de los adeptos; aunque ciertamente también consideran dichas facetas, se adhieren a enfocarse a detalle en cómo se suscita la transformación en relación con las actitudes de los interlocutores, como lo son la subjetivación, la desinstitucionalización y la individuación. La meta es analizar la recomposición religiosa, aun cuando aparentemente se pensaría que persisten configuraciones de antaño, por ejemplo, el hecho de asumir que Guadalajara conserva intrínsecamente la hegemonía del catolicismo romano. No se trata simplemente de registrar cómo se denominan los encuestados, sino qué definición construyen de esa religión −o en su caso, religiosidad o espiritualidad−, así como la forma en que experimentan el conjunto de creencias y prácticas. Demuestran los tránsitos existentes, la pertenencia a determinada agrupación, así como el potencial rechazo a algunos de sus aspectos formales y la incorporación de elementos externos.

Los objetivos planteados se alcanzaron a través del diseño y aplicación de tres encuestas, cada una realizada con una década de distancia; similar al ejercicio cinematográfico de la trilogía Before de Richard Linklater. De esta forma, se generaron tres fotografías, que aisladas aportan un cúmulo de información sobre el momento que registran, pero articuladas dan paso a la observación del cambio. Previamente despliegan un apartado de antecedentes sobre los estudios socio religiosos basados en estos instrumentos, así justifican la pesquisa y se dialoga con las conclusiones a las que llegaron sus colegas. El siguiente argumento constituye el punto de partida de su propia investigación:

En conjunto estos estudios demuestran que la religión no puede tratarse como un dato estático, heredado ni coercitivo, sino que es preciso dar cuenta de la dimensión activa de los sujetos, basada en la búsqueda constante, donde el individuo va seleccionando creencias y prácticas que le ofrecen un sentido trascendental o una experiencia de lo sagrado (Gutiérrez y De la Torre, 2020, pp. 18-19).

El primer capítulo delinea las características del factor religioso en el contexto de estudio y proporciona la información oportuna para proceder a la lectura de los siguientes apartados. A pesar de disponer de las tres fotografías, el análisis comparativo se concentra en el capítulo tercero, visibilizando las constancias y las transformaciones. Mientras que las otras secciones enfatizan los resultados a los que se llegó en la última etapa, 2016. Las autoras logran pasar de lo abstracto a lo concreto a través de los reactivos planteados y su interconexión; conocemos las “hibridaciones” de elementos, así como el debilitamiento de la coercitividad en la percepción y acción sobre la vida en sociedad, por ejemplo, la moral sexual y el pluralismo religioso. Además, desglosan las variantes del cuestionario, de esta forma se complejiza la información proporcionada de acuerdo con edad, género, condición socioeconómica y escolaridad.

Tal como se mencionó, la utilización de una metodología de corte cuantitativo no representa la totalidad de las aportaciones del libro. Los últimos dos capítulos incorporan las experiencias a las que se enfrentaron los colaboradores al momento de aplicar la encuesta y las problemáticas en el encuentro con los encuestados. Es así como el trabajo triangula estrategias para intentar abarcar mayor número de aspectos sociales. El lector se traslada de la explicación a partir de gráficos, a detalladas etnografías.

La obra expone las tendencias religiosas en Guadalajara; sin embargo, también es un ejemplo de los replanteamientos en el análisis del fenómeno religioso contemporáneo, es decir, es un reflejo de las tendencias de los científicos sociales. Suárez, Bárcenas y Delgado (2019) clasificaron como segunda ola de análisis socio religiosos en México a las investigaciones caracterizadas por la concentración en la dimensión social y política de la religión ante la coyuntura del Concilio Vaticano II; así como la aplicación de métodos cuantitativos con un rol predominante y la diversidad religiosa como temática privilegiada ante el crecimiento del protestantismo y nuevos movimientos religiosos. Sin embargo, restringieron esta etapa entre 1970 y 1999. El libro reseñado cumple con esos rasgos, pero invita a visualizar que la abstracción temporal no se reduce al período prescrito, al contrario, en las últimas dos décadas los estudios han potencializado este tipo de trabajos, lo que da pautas acerca de los aspectos que delinean al fenómeno religioso y al círculo de académicos que se abocan a su estudio.2

Si bien se está ante una metodología sólida y resultados de interés general, también es cierto que la selección de muestras puede representar un inconveniente para algunos investigadores habituados al estudio de casos específicos y con intenciones de abarcar al mayor número de voces en el contexto abordado. Por otro lado, la concentración en el análisis de tendencias ensombrece la existencia de sectores específicos que, a pesar de ser minorías, han tenido reconfiguraciones y han fortalecido su presencia en el espacio de estudio (por ejemplo, las distintas agrupaciones que integran el complejo campo del Tradicionalismo Católico), Jalisco constituye un escenario socio religioso en disputa. Las expresiones “minoritarias” y el conflicto difícilmente encuentran visibilización en los instrumentos.

A pesar de ello, estos aspectos no constituyen problemáticas insalvables porque, en primer lugar, la caracterización general sí contempla estos detalles que desaparecen en las gráficas; para este tipo de consideraciones específicas la investigación de Gutiérrez y De la Torre es base de problematización. Los estudios de caso se han visto fortalecidos al tener un andamiaje que oriente acerca de la generalidad del cambio religioso. Además, se trata de niveles de análisis distintos, los cuales se complementan, no se refutan. Finalmente, los aportes que genera la obra representan una clara invitación a la realización de investigaciones con esta mirada en otros contextos, los resultados son provocadores.

Bibliografía

GARMA, C. (2018). Conversión y movilidad religiosa, propuesta para su análisis.Revista Cultura y Representaciones Sociales, 12(24), 97-130. https://doi.org/10.28965/2018-024-04

HERNÁNDEZ, A. (Coord.) (2011).Nuevos caminos de la fe. Prácticas y creencias al margen institucional. COLEF, UANL, COLMICH.

SUÁREZ, J., BÁRCENAS, K. y DELGADO, C. (Coords.). (2019).Estudiar el fenómeno religioso hoy: caminos metodológicos. UNAM.

Notas

La obra puede ser consultada y descargada en la dirección https://www.rifrem.mx/cambio-religioso-en-guadalajara/

Por ejemplo, Carlos Garma (2018) converge en el estudio de la reconfiguración religiosa. Cuestiona la utilidad terminológica de “conversión” y sigue la senda de explorar la “movilidad religiosa”, enfatiza la agencia que tienen los individuos para buscar, incorporar y desechar elementos religiosos. No es extraño que el hecho de haberse publicado antes y la coherencia con lo expuesto por los autores haya representado que se incorpore y se acepte el término. Lo mismo aplica para la obra coordinada por Alberto Hernández (2011) abocada al estudio de la transformación religiosa experimentada fuera de los límites “tangibles” de las instituciones, aborda casos concretos como el papel de la música, la religiosidad popular y la transnacionalización de las prácticas religiosas. Estos dos autores, sumados a Gutiérrez y De la Torre, integran discusiones en común, es interesante que convergen como integrantes del Consejo de la RIFREM, espacio de socialización académica.